viernes, 14 de mayo de 2010

Juan Mirre , conferenciante II CONVENCION NATUROPATIA

EL HUMILDE CHAMPIÑÓN, UN ARMA CONTRA EL CÁNCER

El omnipresente champiñón es también conocido popularmente como Champiñón de Paris. Esto se debe a que si bien esta seta se encuentra creciendo libre en el campo, la casi totalidad del champiñón que se comercializa procede de cultivos controlados y fue justamente en el París de 1670 donde se lo empezó a explotar a gran escala. Desde entonces Francia ha sido y es el primer productor mundial de este hongo, si bien la producción española no le va muy a la zaga.
Los champiñones se encuentran hasta en la pizza y con ellos se preparan infinidad de platos, a los que agrega la suavidad de su agradable sabor y su blanda textura carnosa.
Científicamente conocida como Agaricus bisporus, la gran mayoría de los artículos que hablan sobre esta seta se refieren a sus valores nutritivos, dado que es rico en proteínas con todos los aminoácidos esenciales y en minerales (entre ellos el selenio). Resulta de gran interés su contenido en quitina (fibra insoluble) que ayuda al proceso digestivo, enriquece la flora intestinal, atrapa entre sus fibras solubles al exceso de colesterol y triglicéridos durante la digestión y actúa como hipoglucemiante, al retrasar la absorción de los azúcares. Si lo comemos crudo o apenas “salteado” (crudo por dentro) podremos beneficiarnos de su rico contenido en enzimas y aprovechar al máximo sus vitaminas del grupo B y E.

Pero esta seta, además de rica en nutrientes, es también una seta medicinal, es decir que contiene una serie de moléculas muy útiles tanto para preservar nuestra salud como para actuar contra ciertas enfermedades.
Las lectinas del champiñón han demostrado “in vitro” su capacidad de aglutinar a las células cancerosas epiteliales, impidiendo su desarrollo.
También se ha indicado que actúa como preventivo del cáncer de próstata por su doble habilidad de inhibir la enzima aromatasa que convierte los andrógenos en estrógenos e inhibir también la 5-alfa-reductasa que convierte la testosterona en di-hidrotestosterona. Experimentos con animales de laboratorio han demostrado que limita la proliferación tumoral y provoca cierto grado de apoptosis de células cancerosas.
La inhibición de la aromatasa es también un mecanismo fundamental para detener el desarrollo del carcinoma mamario hormono-dependiente, impidiendo la proliferación de las células tumorales.
Recientemente se realizó un estudio sobre 2.018 mujeres, la mitad de las cuales estaban diagnosticadas con cáncer de mama. Se encontraron diferencias significativas de menor incidencia y desarrollo de este cáncer en aquellas que incluían más de 10 gramos de champiñones en su dieta diaria.
También se ha observado que la ingesta del champiñón durante más de 10 semanas aumenta la acción inmunitaria, incrementando levemente la actividad de los leucocitos NK y la secreción de interleuquinas IFN-gama y TNF-alfa en las células del bazo.
El Dr. Ivo Bianchi, un médico italiano experto en setas medicinales propone el consumo de champiñón como coadyuvante en tratamientos de cánceres de tipo hormono-dependientes, tales como el cáncer de mama, el ovárico, de cérvix y el adenoma prostático.

Pero los beneficios terapéuticos del champiñón no sólo se limitan al cáncer, sino que como veremos en un próximo artículo, también llegan a otras enfermedades.

Para saber más de las propiedades curativas del Champiñón y de otras setas medicinales podéis consultar el interesante libro que acaba de ser publicado: “12 SETAS MEDICINALES PARA LA SALUD” donde se analizan las propiedades terapéuticas de las setas más conocidas y más fáciles de encontrar en tiendas de productos naturales y herbolarios.

El libro puede adquirirse por internet, pinchando en el enlace: www.bubok.com/libros/171598/12-SETAS-MEDICINALES
También se puede entrar a través de Google tecleando: "setas medicinales" donde el libro aparece en el puesto 10 de la primera página.
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